Estilo de vida
25/10/2025
Plaza de España y Moncloa: la modernidad vertical de Madrid
Desde las cúpulas modernistas de principios del siglo XX hasta los primeros rascacielos del Madrid contemporáneo, la zona de Plaza de España y Moncloa narra la historia de una ciudad que aprendió a mirar hacia el cielo.
.jpg)
Hay un punto en Madrid donde la historia y la modernidad se dan la mano, donde las fachadas clásicas conviven con torres que rozan las nubes. Es la zona de Plaza de España y Moncloa, epicentro de la arquitectura vertical madrileña.
El recorrido comienza con la Casa Gallardo, construida en 1914 por el arquitecto Federico Arias Rey. Su fachada curvilínea, sus balcones ornamentados y sus detalles florales la convierten en una joya del modernismo madrileño, con clara influencia del art nouveau francés. Levantada sobre un antiguo palacete, fue declarada Bien de Interés Cultural en 1997. Su elegancia atemporal marca el inicio de un Madrid que empezaba a soñar con la altura.
Tres décadas más tarde, el skyline de la ciudad cambiaría para siempre con el Edificio España, inaugurado en 1953 por los hermanos Julián y Joaquín Otamendi. Con sus 117 metros y 26 plantas, fue durante años el edificio más alto del país. Su estilo neobarroco, con líneas escalonadas y un porte monumental, representó la ambición de la posguerra: construir una capital moderna que mirara de frente al futuro.
A su lado, la Torre de Madrid, también obra de los Otamendi, alcanzó los 142 metros de altura, convirtiéndose en el rascacielos más alto de Europa en su época. Ambas construcciones conforman el horizonte simbólico del Madrid de mediados del siglo XX, ese que aún hoy se reconoce en las postales y fotografías clásicas de la ciudad.
En la misma zona, la antigua sede de la Real Compañía Asturiana de Minas (1898), de estilo ecléctico, recuerda la elegancia industrial del siglo XIX, mientras que la Estación de Príncipe Pío, con su fachada art déco de 1928, pone el broche histórico a esta esquina dinámica y cultural.
Camino de Moncloa, el paisaje urbano se abre y aparece la Casa de Velázquez, institución cultural francesa inaugurada en 1928. Su arquitectura neoclásica y su entorno ajardinado en la Ciudad Universitaria resumen el ideal de armonía entre arte y pensamiento que define la zona.
Plaza de España y Moncloa simbolizan el salto de Madrid hacia la modernidad. Aquí, la verticalidad no es solo una cuestión arquitectónica, sino una metáfora de ambición, progreso y visión urbana.
En BARNES Madrid, especialistas en viviendas y áticos de lujo en Plaza de España y Moncloa, valoramos el equilibrio entre historia y vanguardia. Vivir aquí es hacerlo entre iconos arquitectónicos, donde la mirada siempre se eleva hacia el futuro.
El recorrido comienza con la Casa Gallardo, construida en 1914 por el arquitecto Federico Arias Rey. Su fachada curvilínea, sus balcones ornamentados y sus detalles florales la convierten en una joya del modernismo madrileño, con clara influencia del art nouveau francés. Levantada sobre un antiguo palacete, fue declarada Bien de Interés Cultural en 1997. Su elegancia atemporal marca el inicio de un Madrid que empezaba a soñar con la altura.
Tres décadas más tarde, el skyline de la ciudad cambiaría para siempre con el Edificio España, inaugurado en 1953 por los hermanos Julián y Joaquín Otamendi. Con sus 117 metros y 26 plantas, fue durante años el edificio más alto del país. Su estilo neobarroco, con líneas escalonadas y un porte monumental, representó la ambición de la posguerra: construir una capital moderna que mirara de frente al futuro.
A su lado, la Torre de Madrid, también obra de los Otamendi, alcanzó los 142 metros de altura, convirtiéndose en el rascacielos más alto de Europa en su época. Ambas construcciones conforman el horizonte simbólico del Madrid de mediados del siglo XX, ese que aún hoy se reconoce en las postales y fotografías clásicas de la ciudad.
En la misma zona, la antigua sede de la Real Compañía Asturiana de Minas (1898), de estilo ecléctico, recuerda la elegancia industrial del siglo XIX, mientras que la Estación de Príncipe Pío, con su fachada art déco de 1928, pone el broche histórico a esta esquina dinámica y cultural.
Camino de Moncloa, el paisaje urbano se abre y aparece la Casa de Velázquez, institución cultural francesa inaugurada en 1928. Su arquitectura neoclásica y su entorno ajardinado en la Ciudad Universitaria resumen el ideal de armonía entre arte y pensamiento que define la zona.
Plaza de España y Moncloa simbolizan el salto de Madrid hacia la modernidad. Aquí, la verticalidad no es solo una cuestión arquitectónica, sino una metáfora de ambición, progreso y visión urbana.
En BARNES Madrid, especialistas en viviendas y áticos de lujo en Plaza de España y Moncloa, valoramos el equilibrio entre historia y vanguardia. Vivir aquí es hacerlo entre iconos arquitectónicos, donde la mirada siempre se eleva hacia el futuro.

.jpg)
.jpg)